Portugal un nuevo “Paraiso Fiscal”.
El país luso ofrece muchas ventajas fiscales que lo hacen atractivo para inversores sin llegar a ostentar la categoría de paraíso fiscal.
Portugal ha introducido en los últimos años una serie de medidas en aras de incentivar la inversión extranjera, destacable es un régimen fiscal especial, asimilable al español, pero con muchas más ventajas, pensado para trabajadores altamente cualificados, los denominados “inversores de alto nivel”. Los ingresos de trabajo y como trabajador autónomo tributan al 20%, así mismo, los ingresos de fuente extranjera, como por ejemplo, intereses, dividendos, pueden beneficiarse de exenciones.
Sin embargo, hay que cumplir una serie de requisitos, que a simple vista, no parecen demasiado rígidos, entre ellos, no se puede haber sido residente fiscal en Portugal en los 5 años anteriores y el obligado tributario debe permanecer en territorio luso 183 días, no siendo necesario hacerlo de forma consecutiva. En caso contrario, bastará con poseer una vivienda en Portugal y tener la intención de residir en ella habitualmente.
A diferencia del régimen especial español, los obligados tributarios que opten por este régimen podrán beneficiarse del mismo durante 10 años.